Jugadores del Deportivo Alavés contra el Sestao River, imagen de Antonio Guallar para Deia Vitoria. Donada por Peru Ajuria y conservada en el Museo del Nacionalismo Vasco.
Fecha: Finales de los 80.
Nº de inventario: 06/3822.
Medidas: Alto: 16,5 cm x ancho: 14,8 cm.
Partido en el que participa el Deportivo Alavés. Donada por Peru Ajuria y conservada en el Museo del Nacionalismo Vasco.
Fecha: Finales de los 80.
Nº de inventario: 06/3820
Medidas: Alto: 11,9 cm x ancho: 17,8 cm
Partido en el que participa el Deportivo Alavés. Donada por Peru Ajuria y conservada en el Museo del Nacionalismo Vasco.
Fecha: Finales de los 80.
Nº de inventario: 06/3821
Medidas: Alto:11,9 x ancho:17,8cm
Durante la Guerra Civil Española, la selección vasca, conocida como "Euzkadi", emprendió una importante gira internacional con el objetivo de recaudar fondos y apoyar la causa republicana. En ese momento, la URSS apoyaba activamente al bando republicano, enviando armamento y aviación, y recibió con gran entusiasmo a la selección vasca en su viaje por varios países, incluyendo Francia, Checoslovaquia, Polonia y Rusia (URSS).
En Rusia, jugaron cinco partidos, logrando tres victorias, un empate y una derrota. Los partidos fueron muy bien recibidos, y la selección fue tratada con un respeto extraordinario, en parte gracias al apoyo de la URSS, que consideraba a los futbolistas como héroes nacionales. La visita fue muy emotiva, especialmente cuando los jugadores visitaron a un grupo de niños vascos refugiados en Moscú, quienes eran grandes aficionados y veían en los futbolistas a sus ídolos.
La selección de Euzkadi dejó una huella importante en Rusia, no solo por su calidad futbolística —destacando partidos como la goleada al Lokomotiv de Moscú (0-5) y la victoria sobre el Dinamo (0-1)— sino también por su impacto cultural y político. Los jugadores, con un fútbol rápido, dinámico, técnico y táctico, enseñaron técnicas a los soviéticos y contribuyeron al desarrollo del fútbol en la URSS.
El equipo estaba formado por destacados futbolistas como Gregorio Blasco, Rafael Egusquiza, José Iraragorri, Isidro Lángara, y muchos otros, dirigidos por el entrenador Perico Vallana. La presencia de estos jugadores, muchos de los cuales eran internacionales con la selección española durante la República, fue vista como una oportunidad para fortalecer la causa y mostrar la resistencia del pueblo vasco.
El viaje de Euzkadi a Rusia fue mucho más que una serie de partidos; fue una estrategia para obtener apoyo político y económico, y para mostrar la dignidad y talento del pueblo vasco en tiempos difíciles. La cálida bienvenida y el reconocimiento que recibieron en la URSS reflejaron el apoyo internacional a la causa republicana y la importancia del fútbol como herramienta de propaganda y unión.
Durante la Guerra Civil Española, la selección vasca, conocida como "Euzkadi", emprendió una importante gira internacional con el objetivo de recaudar fondos y apoyar la causa republicana. En ese momento, la URSS apoyaba activamente al bando republicano, enviando armamento y aviación, y recibió con gran entusiasmo a la selección vasca en su viaje por varios países, incluyendo Francia, Checoslovaquia, Polonia y Rusia (URSS).
En Rusia, jugaron cinco partidos, logrando tres victorias, un empate y una derrota. Los partidos fueron muy bien recibidos, y la selección fue tratada con un respeto extraordinario, en parte gracias al apoyo de la URSS, que consideraba a los futbolistas como héroes nacionales. La visita fue muy emotiva, especialmente cuando los jugadores visitaron a un grupo de niños vascos refugiados en Moscú, quienes eran grandes aficionados y veían en los futbolistas a sus ídolos.
La selección de Euzkadi dejó una huella importante en Rusia, no solo por su calidad futbolística —destacando partidos como la goleada al Lokomotiv de Moscú (0-5) y la victoria sobre el Dinamo (0-1)— sino también por su impacto cultural y político. Los jugadores, con un fútbol rápido, dinámico, técnico y táctico, enseñaron técnicas a los soviéticos y contribuyeron al desarrollo del fútbol en la URSS.
El equipo estaba formado por destacados futbolistas como Gregorio Blasco, Rafael Egusquiza, José Iraragorri, Isidro Lángara, y muchos otros, dirigidos por el entrenador Perico Vallana. La presencia de estos jugadores, muchos de los cuales eran internacionales con la selección española durante la República, fue vista como una oportunidad para fortalecer la causa y mostrar la resistencia del pueblo vasco.
El viaje de Euzkadi a Rusia fue mucho más que una serie de partidos; fue una estrategia para obtener apoyo político y económico, y para mostrar la dignidad y talento del pueblo vasco en tiempos difíciles. La cálida bienvenida y el reconocimiento que recibieron en la URSS reflejaron el apoyo internacional a la causa republicana y la importancia del fútbol como herramienta de propaganda y unión.
Durante la Guerra Civil Española, la selección vasca, conocida como "Euzkadi", emprendió una importante gira internacional con el objetivo de recaudar fondos y apoyar la causa republicana. En ese momento, la URSS apoyaba activamente al bando republicano, enviando armamento y aviación, y recibió con gran entusiasmo a la selección vasca en su viaje por varios países, incluyendo Francia, Checoslovaquia, Polonia y Rusia (URSS).
En Rusia, jugaron cinco partidos, logrando tres victorias, un empate y una derrota. Los partidos fueron muy bien recibidos, y la selección fue tratada con un respeto extraordinario, en parte gracias al apoyo de la URSS, que consideraba a los futbolistas como héroes nacionales. La visita fue muy emotiva, especialmente cuando los jugadores visitaron a un grupo de niños vascos refugiados en Moscú, quienes eran grandes aficionados y veían en los futbolistas a sus ídolos.
La selección de Euzkadi dejó una huella importante en Rusia, no solo por su calidad futbolística —destacando partidos como la goleada al Lokomotiv de Moscú (0-5) y la victoria sobre el Dinamo (0-1)— sino también por su impacto cultural y político. Los jugadores, con un fútbol rápido, dinámico, técnico y táctico, enseñaron técnicas a los soviéticos y contribuyeron al desarrollo del fútbol en la URSS.
El equipo estaba formado por destacados futbolistas como Gregorio Blasco, Rafael Egusquiza, José Iraragorri, Isidro Lángara, y muchos otros, dirigidos por el entrenador Perico Vallana. La presencia de estos jugadores, muchos de los cuales eran internacionales con la selección española durante la República, fue vista como una oportunidad para fortalecer la causa y mostrar la resistencia del pueblo vasco.
El viaje de Euzkadi a Rusia fue mucho más que una serie de partidos; fue una estrategia para obtener apoyo político y económico, y para mostrar la dignidad y talento del pueblo vasco en tiempos difíciles. La cálida bienvenida y el reconocimiento que recibieron en la URSS reflejaron el apoyo internacional a la causa republicana y la importancia del fútbol como herramienta de propaganda y unión.
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